viernes, 4 de noviembre de 2011

La Emoción y La Empresa

Emoción y Empresa son dos palabras que aún a estas alturas no casan bien. Verlas juntas es como llevar una corbata rosa sobre un traje verde. Decir "empresa" es imaginar señores serios y formales, enchaquetados, encorbatados, con su cortex frontal dominando y prácticamente ausentes de sistema límbico. Decir emoción es imaginar debilidad, perdedores, "blandengues" o en el mejor de los casos niñas vestidas de rosa jugando con sus frágiles muñecas.

Aunque llevamos ya treinta años hablando de Inteligencia Emocional, aún hoy cuando hablamos de "emoción" en el entorno empresarial hay muecas y alguna tos furtiva.  Creo que va siendo hora de quitarle la mala fama a las emociones y de ir demostrando que son ellas y no otra cosa lo que mueve el mundo.

Empecemos por aclarar que hay muchos tipos de emociones, y contrario a lo que se pueda pensar no existen ni buenas ni malas, simplemente hay una variedad de ellas para cada momento (por contarlo de una forma coloquial) Unas nos potencian y otras nos limitan, aunque también nos protegen, etc.

Una emoción que pudiera entenderse como "negativa" como puede ser el miedo, en un momento dado nos puede proteger de un accidente, y en otro nos puede llevar a perder una oportunidad, por lo que dependiendo de la circunstancia esta misma emoción puede servir de distintas formas.

Cualquier decisión o acción va siempre precedida de una emoción, por lo que uno de los factores principales a la hora de convertir esa decisión o acción en acertada o no es nuestro estado emocional.

Me gusta explicar cómo funciona nuestro cerebro, pero he hecho firme propósito de sintetizar y no quisiera entrar en tecnicismos, pero sí me gustaría explicar con un pequeño ejemplo un concepto que nos puede ayudar a entender la importancia de estas emociones:

Situación 1    (tend. natural)                  Situación 2  (em. entrenada)
Situación: Crisis                                         Situación: Crisis
Emoción Instintiva:  Miedo                          Emoción Instintiva: Miedo
Comport. Natural: Cobardía                       Comport. Entrenado: Valentía
Decisión:  Pobre                                         Decisión: Audaz
Resultado: Negativo                                    Resultado: Positivo
Emoción:   Apatía, Desilusión, etc.             Emoción: Entusiasmo,etc.
Situación: + Crisis                                      Situación: - Crisis

Os estais preguntando por qué una decisión audaz debe tener necesariamente un resultado positivo?
No está directamente relacionado y no tiene por qué tener un resultado positivo, pero lo que sí tendrá, independientemente del resultado será una emoción resultante "no limitante" ya que se ha partido de una emoción potenciadora y por tanto el estado emocional de ese individuo está predispuesto al positivismo, contrariamente a la situación 1  en la que se parte de una emoción claramente limitante que conduce a la parálisis.

Los pensamientos generan sustancias en nuestro cerebro que nos ayudan o nos bloquean. Cuando hablamos de entorno laboral o profesional, si partimos de emociones entrenadas, lo que siempre vamos a conseguir es una inducción a la acción que normalmente nos va a dar un resultado mejor que la parálisis que es a lo que inducen las emociones limitantes no entrenadas.

Creo que todos estaremos de acuerdo en que es mejor tomar una mala decisión que no tomar ninguna y las emociones entrenadas nos conducen a actuar.

Por tanto, las emociones tienen una enorme importancia en nuestra vida diaria y gran parte de ella se desarrolla en nuestro entorno profesional o laboral, en el que tomamos grandes cantidades de decisiones y otro tanto de acciones a lo largo de cada día.